Tres semanas en el continente africano

Hace justo 10 años pudimos cumplir el sueño de visitar parte del continente africano. Hicimos la ruta del Okavango, pasamos tres semanas en África.

Durante esos días disfrutamos de un viaje organizado por Kananga. Nos movíamos en un camión 4×4 adaptado para que pudiéramos ir 20 personas de forma cómoda.

Mezclamos noches en tiendas de campaña que montábamos en los sitios más increíbles, con otras noches en las que disfrutábamos de las comodidades de un hotel o lodge. El viaje por la ruta del Okavango, nos permitió durante tres semanas recorrer el sur de África.

Durante todo el trayecto nos acompañaba un guía español, un conductor local y un cocinero con su ayudante. Casi todas las comidas estaban incluidas y te las preparaban al momento, muchas veces mientras el grupo estábamos disfrutando de algún safari o de esos atardeceres africanos que se quedan en la retina para siempre.

Comienzo de la Ruta, Sudáfrica

La ruta la comenzamos en Ciudad del Cabo, una de las ciudades más importantes de Sudáfrica después de Johannesburgo. Desde ahí conocimos el Cabo de Buena Esperanza y la colonia de pingüinos Jackass africanos en su hábitat natural en la playa de Boulders.

Después tras recorrer un paisaje típicamente mediterráneo con zonas de cítricos y viñedos llegamos al Kgalagadi Transfrontier Park donde contemplamos por primera vez en el viaje ejemplares de leones, jirafas y cebras.

Segunda Parada, Namibia

De allí salimos a la frontera de Namibia para llegar hasta el desierto del Namib, tras pasar por la ciudad costera de Lüderitz. En el desierto pudimos hacer un sobrevuelo por las enormes dunas rojas, la famosa duna 45 y el cañón de Sesriem.

Rumbo al norte del país, visitamos en la reserva de Cape Cross (a las puertas del Parque Nacional de la Costa de los Esqueletos) la colonia de leones marinos más grande de África.

Antes de salir de Namibia conocimos en la frontera con Angola las cataratas Epupa donde viven las tribus de los Himba.

Los Himba, son pastores seminómadas. Fue una de las experiencias que más nos marcaron en nuestro viaje. Conocer su forma de vida, costumbres y cultura fue increíble.

Quizás el sitio más conocido de Namibia sea el Parque Nacional de Etosha, que no nos defraudó para nada. Lo cruzamos por completo en pequeños 4×4 y dormimos en su interior pudiendo ver por la noche la fauna que se acercaba a beber a los “waterholes”.

Tercer País, Botswana

Dejando atrás las tierras áridas de Namibia, cruzamos la frontera con Botswana para llegar al Delta del Okavango, declarado Patrimonio de la Humanidad. A bordo de las embarcaciones tradicionales de la zona (los mekoro) rodeados de nenúfares, papiros e hipopótamos descubrimos toda la belleza del lugar. Dormimos en una de sus islas donde bajo un cielo increíblemente estrellado y al calor de una fogata, disfrutamos de canciones tradicionales y danzas con las que nos agasajaron las gentes del lugar.

Para terminar nuestro paso por Botswana, salimos en avioneta al Parque Nacional de Chobe, donde nos esperaba una de las mayores concentraciones de elefantes del continente.

Última parada Zimbaue y Zambia

El viaje tocaba a su fin, pero antes de finalizar nuestra ruta del Okavango, las tres semanas en África, nos quedaba adentrarnos entre la frontera de Zimbaue y Zambia, para admirar una las caídas de agua más importantes del mundo: las cataratas Victoria. Las pudimos ver por aire sobrevolándolas, por agua realizando rafting en el caudaloso río Zambeze y por tierra mediante sus múltiples pasarelas.

En Zambia también pudimos visitar la famosa ciudad de Livingston. Aunque allí no tuvo lugar la frase que todos conocemos.

En resumen, hace 10 años ya que pasamos tres semanas cargadas de emociones, de paisajes llenos de contrastes, de nuevos amigos que mantenemos a día de hoy y de conocer las diferentes culturas de parte de un continente, el africano, que roba para siempre el corazón a todo aquel que lo visita.

Recomendaciones

Aunque el viaje fue organizado e íbamos acompañados de guías, es bueno tener en cuenta estas recomendaciones:

• Acudir con tiempo suficiente a sanidad exterior para asesorarte sobre las vacunas necesarias.
• Tener en cuenta que en el sur de África nuestro verano es su invierno y hay que llevar prendas de abrigo.
• Llevar un botiquín de viaje con básicos: antiinflamatorios, antisépticos, protector de estómago, vendas, repelente, alivia picaduras…
• Aunque sea muy obvio, respetar siempre las señales en parques nacionales. Son espacios donde habitan los animales y son salvajes. Hay mucha gente que no es consciente de ello.
• No olvidar llevar suficiente memoria en la cámara, las tarjetas volverán (muy) llenas de momentos e imágenes inolvidables.

En la ruta del Okavango, durante las tres semanas del viaje descubrimos que África es nuestro continente favorito, es donde consigues conectar con la vida.

Estamos deseando volver en cuanto nuestro niño sea un poco más mayor y recorrer de nuevo Kenia, visitar Tanzania, y vivir en familia nuestras “Memorias de África”, película que nos marcó desde la infancia.

Si queréis echar un vistazo a algunas de las excursiones que podéis hacer por allí, podéis hacerlo en este enlace.