Las Islas Feroe forman parte de Dinamarca pero tienen su propia autonomía y no pertenecen a la Unión Europea. Son un archipiélago de 18 islas que en su mayor parte están conectadas por túneles submarinos, puentes o ferrys. Están ubicadas entre Islandia y Noruega, en medio del océano Atlántico.

Una pregunta recurrente es la mejor época para ir. Partimos de la base de ser una de las zonas más lluviosas de Europa, superando los 200 días al año con precipitaciones. Además, por su posición geográfica, están muy expuestas a fuertes vientos. Es verdad que en los meses de verano hay más posibilidades de ver el sol, pero nosotros pasamos allí el fin de año y lo recomendamos muchísimo. Hemos estado prácticamente solos y eso en los tiempos que corren es una suerte.

Como en todos los viajes recomendamos ir asegurados. Nosotros siempre confiamos en Iati. La tarjeta sanitaria europea no es válida aquí.

Volamos con Atlantic Airways desde Copenhague. En verano se puede llegar en vuelo directo desde Barcelona, Gran Canaria o Palma de Mallorca.

La mejor forma de moverse es con un coche de alquiler, las carreteras están muy bien conservadas y mantenidas en caso de que haya nevado. Como casi siempre reservamos con Autoeurope que nos da mucha tranquilidad. 

Son unas islas en las que viven 50.000 personas y 80.000 ovejas, con lo que las oportunidades de encontrarte con la población local no son muchas. Así que, es fundamental tener una buena conexión de Internet para no perderte por sus carreteras. Nosotros viajamos con la eSIM de Holafly porque el roaming internacional de las compañías telefónicas españolas no es válido.

Otro asunto a tener en cuenta es que muchos de los terrenos en las Feroe son de propiedad privada, por lo que para acceder a algunos de los lugares más destacados debes abonar una entrada que puede superar los 20 euros por persona.

La moneda oficial es la corona danesa pero se puede pagar en todos los sitios con tarjeta de crédito. En nuestro caso no cambiamos dinero ni sacamos en cajeros automáticos.

Para comprar comida utilizamos la cadena de supermercados Bónus, que ya la conocíamos de nuestro viaje por Islandia, y que tiene muy buenos precios.

Una curiosidad es que en casi todos los pueblos, por alejados que estén, hay unos baños públicos gratuitos habilitados y un desfibrilador automático por si hay una urgencia médica.

Nos alojamos con HomeExchange en un alojamiento rural en Saksun, desde donde nos movimos por todas las islas. Recuerda que hicimos un post con las ventajas de alojarte en Home Exchange, para nosotros hay un antes y un después de conocer esta plataforma.