22 Feb Disfrutando de Carcassonne
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Qué ver y qué hacer en Carcassonne en un día
En nuestra escapada a Toulouse de fin de semana, el propósito principal era visitar una ciudad que teníamos en nuestra lista de pendientes: os contamos qué ver y qué hacer en Carcassonne en un día.
TRANSPORTE DE TOULOUSE A CARCASSONE
Como os contamos en nuestro anterior post, nuestro hotel en Toulouse tenía una ubicación perfecta. Estaba cerca del tranvía, del centro de la ciudad y no demasiado lejos de la estación de tren. El sábado madrugamos bastante para tomar el tren de las 8.53 desde la Gare Toulouse-Matabiau. El trayecto es de 45 minutos, así que cerca de las 9.30h ya estábamos en Carcassonne. El precio del billete de ida y vuelta está en unos 20€.
TRAYECTO DE LA ESTACIÓN A LA CIUDAD AMURALLADA
Desde la estación a la ciudad amurallada, hay unos 2 km. Es un paseo muy cómodo para hacerlo caminando. De esa manera descubres la ciudad nueva; que al igual que Toulouse, está llena de casas con ventanas de colores y rincones encantadores. Además como era sábado coincidimos con el tradicional mercado de frutas y verduras en su plaza principal.
Aproximadamente y a buen paso se tarda unos 20 minutos en llegar a la parte histórica. Aunque al llegar al puente viejo, es inevitable no detenerse para contemplar la belleza del castillo de Carcassone y sus murallas. Las vistas son fabulosas, pero a primera hora del día no se contempla en todo su esplendor y las fotos no son buenas porque está el sol justo en contra.
Tras el puente y después de atravesar el río Aude, empieza una subida muy fácil para entrar por la Puerta del mismo nombre: Porte d’Aude. Desde ahí puedes tener una de las vistas más fotografiadas de la ciudad. La ventaja de llegar tan pronto es que tuvimos esas vistas para nosotros solos. Pudimos hacer fotos y tomárnoslo con calma. Además, creemos que febrero es una muy buena época para visitar la ciudad, pues si te sale un día bueno disfrutas completamente de manera relajada y sin agobios.
DESCUBRIENDO LA CIUDAD FORTIFICADA DE CARCASSONNE
La ciudad medieval de Carcassonne, estuvo abandonada durante un tiempo, hasta que a mediados del siglo XIX fue restaurada totalmente. Gracias a esa restauración, te transportas a otra época. No es difícil imaginar cómo sería la vida en la época medieval, pues todo está maravillosamente conservado.
Lo primero que hicimos al llegar fue ir a tomarnos un café a la Place Marcou. Como hacía un día tan fantástico pudimos tomarlo en la terraza. Elegimos el café Le Trouverè, pero todos tenían más o menos los mismos precios. Un desayuno con café, croissant con mermeladas y zumo costaba 3.80€ y un café con leche 2.80€.
Tras el desayuno fuimos a hacer la visita al castillo. La entrada cuesta 6€ y 9€ si quieres Audioguía. Lo bueno es que con la entrada puedes entrar y salir las veces que quieras a lo largo del día. Os recomendamos coger Audioguía, pues es como si el constructor contara la historia de cómo realizó todo el edificio. Da datos curiosos como que jamás se utilizó el aceite hirviendo para ahuyentar a los enemigos; pues el aceite era demasiado escaso y caro como para arrojarlo por las murallas…
Las vistas desde el castillo a Los Pirineos son espectaculares. El castillo estaba situado en un lugar estratégico y gracias a sus dos filas de murallas era muy difícil acceder a él.
Tras visitar el castillo fuimos a la oficina de información para pedir un mapa de la ciudad. Aunque sinceramente no es necesario, pues se recorre bien y nosotros con todo el tiempo que tuvimos pudimos recorrerla varias veces.
Dentro de la ciudad fortificada también hay una Iglesia: la Basílica de San Nazario. Es de estilo románico y llaman mucho la atención sus gárgolas. No os las perdáis.
Dimos la vuelta a través del espacio que divide las dos murallas: las lizas. Fijaos en las torres, pues son muy curiosas, tienen forma de herradura y también cumplían su función defensiva. Salimos por la puerta Narbonnaise, otro punto concurrido y muy fotografiado. En ella está la famosa estatua de la Carca, que tiene leyenda.
Para comer reservamos en un restaurante que habíamos visto que tenía muy buenas opiniones: Comté Roger. No queríamos irnos de Carcassonne sin probar su famoso Cassoulet. Un plato contundente que podría asimilarse a nuestra fabada, porque es un guiso de alubias. Pero en este caso está cocinado con pato y una salchicha típica de la zona. Lo aliñan con pimienta y vinagre de vino tinto. No está mal y no queremos herir sensibilidades, pero como nuestra fabada…
El restaurante merece mucho la pena, era un menú formule, de 25€ y el trato de los dueños fue increíble. Os lo recomendamos (también se esforzaron mucho por hablar español, cosa que de verdad es de agradecer).
NUESTRA TARDE EN CARCASSONNE
Después de comer continuamos nuestro paseo por la ciudad. Cuando atardeció volvimos al Pont Vieux para hacer buenas fotos. Os recomendamos esperar a que anochezca porque las vistas son fantásticas.
Como nuestro tren salía sobre las 21.30h nos quedamos a cenar en la ciudad moderna. Fuimos a una pizzería que tenía horno de leña. Está bastante escondida, pero si queréis buscarla se llama Cocoricó. Está en 3, Rue Denise y al igual que al mediodía, nuevamente nos hablaron español. Fueron especialmente agradables.
Carcassonne es una ciudad que merece muchísimo ser visitada. Si es en una época como febrero que no tiene prácticamente gente mucho mejor. Con un día tienes suficiente pues hay bastante que ver y que hacer allí en un día.
¿Habéis estado? ¿en qué época? ¿tuvisteis sensación de agobio?
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