27 Nov Lofoten, un destino invernal ideal
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¿Estás pensando en viajar a Lofoten? Hemos preparado una pequeña guía en la que te contamos nuestro viaje a ese paraje tan maravilloso que nos cautivó por completo y que consideramos un destino invernal ideal.
Lo primero que tienes que saber es que Noruega es un destino estupendo en cualquier época del año y las Lofoten uno de los puntos más especiales de todo el país, al menos en nuestra opinión.
Para disfrutar de este archipiélago de islas lo mejor es recorrer la panorámica “Ruta del Rey Olav” por la E10 hasta el pueblo de Å, donde finaliza la ruta.
Sin ninguna duda, te aconsejamos conocerlo en los meses de invierno donde puedes disfrutar si la suerte te acompaña de las auroras boreales. No fue nuestro caso, se nos resisten, pero seguiremos intentándolo. Si lo que quieres es buscar las auroras, te aconsejamos que viajes durante los meses de octubre/noviembre y en febrero/marzo, que es cuando tienes más posibilidades de verlas al estar los cielos más despejados.
Como ya sabrás, desde mediados de diciembre hasta mitad de enero el sol no llega a salir del horizonte, pero eso no quiere decir que no dispongas de algo de luz. Hay unas 4 horas al día en las que puedes ver algo y el color del cielo podemos asegurar que es increíble con unas tonalidades únicas. Tenemos grabada en la retina esa luz, ese halo tenue que hacía los paisajes de otro planeta. Creo que somos incapaces de reproducir con palabras lo que sientes al estar allí.
Para llegar hasta allí lo mejor es volar hasta el aeropuerto de Narvik/Evenes que recibe vuelos de Norwegian y de SAS desde Oslo.
Uno de los miedos que muchos tenemos al llegar a estas latitudes es conducir por carreteras nevadas, pero podemos asegurar que se puede hacer sin ningún problema ya que todas las empresas de alquiler de coches te incluyen los vehículos con neumáticos de invierno con clavos que impiden que resbalen en el suelo helado. Además, mantienen fenomenal las carreteras y eso es tranquilizador. Así que, no dejes que esto te limite, porque sin duda es un destino invernal ideal.
Por si algo falla, en este y en todos los viajes, recomendamos contratar un seguro de viaje que pueda cubrir cualquier eventualidad. Si queréis consultar en Iati os dejamos aquí el enlace.
Este archipiélago tiene una singularidad respecto al clima y es que hasta allí llega la corriente cálida del golfo que provoca que las temperaturas sean mucho más suaves de lo esperado. En los meses más fríos la media promedio es de -2ºC, mientras que a esa misma latitud pero tierra adentro pueden llegar a -20ºC.
De todas maneras para cualquier viaje a Laponia o a estas latitudes os aconsejamos vestir siempre por capas: una camiseta térmica, un forro polar y un buen abrigo impermeable. Y además de los guantes y gorros, fundamental son también unas botas altas de montaña. La ropa interior térmica la podéis encontrar en tiendas como Uniqlo, pero también tienes en Decathlon y en Lidl en invierno suelen tener packs de mallas y camiseta que están muy bien de precio y dan buen resultado.
Nuestros alojamientos durante las siete noches del viaje fueron:
Recomendamos dormir al menos la última noche en algún hotel cercano al aeropuerto por si hubiera algún problema en la carretera por el clima, no perder el avión. En nuestro caso el vuelo hacia Oslo salía a primera hora y tuvimos que esperar un buen rato hasta que descongelaron tanto la pista de despegue como el fuselaje del avión. Es un procedimiento totalmente normal en estas zonas. Eso sí, por esto mismo es mejor que dejéis tiempo suficiente entre el vuelo de conexión y el vuelo final.
Muchos de los paisajes del viaje nos recordaron a la ruta que hicimos por Islandia. Uno tiene la misma sensación de paz y libertad. El tiempo parece que se para y te permite disfrutar más intensamente del viaje.
Como la luz escaseaba en las fechas que estuvimos aprovechábamos las mañanas para poder ir viendo los diferentes pueblos, fiordos, playas y realizar cientos de fotografías con el cielo tan cambiante de color de fondo. Las tardes las aprovechábamos para disfrutar de nuestros alojamientos. Lo más típico es dormir en los conocidos como Rorbu que eran las antiguas casas de madera de los pescadores. Ahora están todas acondicionadas tipo Ikea y son muy confortables.
Como había pocas opciones de comer fuera porque estaban muchos sitios cerrados al ser temporada baja, hacíamos la compra en los supermercados Rema 1000 que se encuentran en distintos puntos de la ruta y tienen unos precios bastante razonables para lo que suele ser Noruega.
Solo hubo un par de sitios donde fuimos a merendar y tomar un café, en Sakrisoya: Anita’s Sea food. Y en Nusfjord: Restaurant Karoline. Apúntalos porque no encontrarás mucho más abierto por allí.
Algunos de los puntos que no te puedes perder son:
Lofoten te enganchará y estarás deseando volver a recorrer sus islas, cruzar su infinidad de puentes y disfrutar de la naturaleza en estado puro. Nosotros ya estamos deseando volver. Esperamos que os ayude esta mini guía, si tenéis alguna duda ya sabéis dónde encontrarnos.
Y si preferís visitar Lofoten contratando actividades, sin alquilar coche, os dejamos enlace de Civitates para poder encontrar grandes planes: planes en Lofoten.