15 Sep Ruta por el norte de Italia: Sirmione y Verona
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1ª Etapa Qué ver en dos días en Sirmione y Verona
La pasada semana santa decidimos viajar a Eslovenia, sí a Eslovenia, pero la combinación con vuelos desde Madrid no es tan buena. Así que tuvimos que buscar opciones que nos cuadraran por horarios y precios.
Pensándolo mucho decidimos que con un vuelo desde Bolonia y el alquiler del coche nos podría salir una ruta chula. Así que eso hicimos, volamos a Bolonia y desde allí comenzó nuestro roadtrip. Las primeras paradas fueron en Sirmione y Verona. Aquí os mostramos qué ver en Sirmione y verona en dos días.
Primera parada Sirmione
Llegamos a Bolonia, pero como ya habíamos estado en otra escapada, cogimos el coche y seguimos hacia Sirmione, una ciudad encantadora que también conocíamos pero que siempre apetece visitar.
Entrar y aparcar en Sirmione
Para entrar a la ciudad hay que dejar el coche fuera en uno de sus múltiples aparcamientos, pues no está permitido el acceso de vehículos.
Era domingo y la ciudad estaba a rebosar de gente, como suele ser ya casi habitual ver los sitios. Aun así accedimos a través del puente levadizo del Castillo de Rocca scaligera, paseamos por su recinto amurallado, visitamos sus calles llenas de encanto, nos asomamos al lago di Garda y nos comimos un helado italiano delicioso.
Segunda parada Verona
Llegada y alojamiento en Verona
Esa noche dormimos en Verona, en un alojamiento muy recomendable en pleno centro de la ciudad. Le mura di Romeo, nosotros lo reservamos por booking y fue todo un acierto.
Al igual que hicimos en Sirmione, dejamos el coche aparcado en un parking cercano. Pues la zona del apartamento estaba en pleno centro y está totalmente restringido.
Nada más llegar, dejamos nuestras cosas y nos fuimos a pasear por la ciudad.
Qué ver en Verona
Arena de Verona
En primer lugar, llegamos a la Arena de Verona, uno de los majestuosos anfiteatros romanos bien conservados en los que aún se representan obras musicales.
Junto a la Arena se encuentra la plaza Bra, el centro neurálgico de la ciudad y uno de los lugares más concurridos. Muy cerca está la escultura del corazón donde hay que tomarse una foto.
Piazza delle Erbe y Casa de Julieta
Continuamos por la calle Giussepe Mazzini, calle comercial con tiendas de todo tipo que llega a la Piazza delle Erbe, una de las más bonitas de Verona. (El lunes había mercado y volvimos para verla con todo su bullicio, una delicia).
Después nos dirigimos a la Casa de Julieta, estaban a punto de cerrar pero pudimos contemplar el balcón desde el que supuestamente Julieta y Romeo se prometen amor eterno. La casa en su origen pertenecía a unos nobles llamados Del Capello y por su similitud con los Capuleto del libro de William Shakespeare, se creó toda esta leyenda a través de la casa. De hecho el balcón es posterior a la construcción de la casa y fruto de la búsqueda de negocio. Aun así, es imposible dejar de visitarla.
Torre dei Lamberti
Al día siguiente madrugamos para seguir paseando por la ciudad, desde la Piazza delle Erbe accedimos a la Piazza dei Signore, y allí subimos a la Torre dei Lamberti, para tener unas de las vistas más maravillosas.
La entrada solo a la torre cuesta 5€ y los niños no pagan entrada.
Ponte de Pietra, Castillo de San Pietro y funicular
Dejamos la Torre y nos dirigimos al Ponte Pietra, desde el puente las vistas son magníficas. Cogimos el funicular del Castillo de San Pietro para subir al castillo y tener otra panorámica maravillosa de la ciudad.
El precio del Funicular es de 2€ I/V adultos y 1€ los niños menores de 10 años
Después, volvimos a bajar por el funicular y cruzamos el puente de nuevo para recorrer algunas calles de la ciudad. Lo mejor es perderse sin prisa por cada uno de sus rincones.
Hay muchos lugares y rincones que ver en Sirmione y Verona en dos días y Verona da para mucho más. Sin embargo, como no era nuestra primera vez, preferimos continuar.
Cogimos el coche y nos dirigimos hacia el que sería nuestro siguiente destino: Bolzano
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